Te presentamos unas serie de consejos a la hora de adquirir un proyector y resolvemos algunas de las dudas más comunes que se presentan a cualquier persona que decide elegir uno.
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¿Un proyector es la opción correcta?
Si quieres conseguir un tamaño de pantalla más grande y/o si la portabilidad es clave, entonces sí.
- Cuando no se debe usar un proyector: los proyectores son para proyecciones. Puede parecer absurda la respuesta pero es que no deberían ser usados para trabajar corrección de color o evaluación crítica (como retoque fotográfico).
- Además, trabajan mejor en condiciones de poca luz. Si tienes demasiada luz ambiental, no regulable, sobre todo luz del sol, entonces considera otra alternativa.
- Una vez que sabes el tamaño de pantalla que quieres, determina el Factor de Proyección (Throw Ratio) basada en la anchura de pantalla y la distancia entre el proyector y la pantalla.
- Si el tamaño de pantalla no es conocido de antemano, optar por un proyector con más acercamiento o uno que tiene un alcance más corto (proyectores ultracortos). Así tendrá mucho más margen de maniobra para adaptar el tamaño de la pantalla.
- Tener en cuenta el tamaño de pantalla, factor de proyección, y la cantidad de la luz ambiental en el cuarto, usa una calculadora de proyección para determinar el brillo necesario en lumens.
- Si no puedes calcular el brillo que necesitas, considera el proyector más brillante que puedas conseguir, dentro de lo razonable.
- Conociendo en el contenido que mostrarás y la distancia media de su auditorio, puedes determinar la resolución mínima que necesitas. El WXGA (1280x768) está bastante bien para multimedia, aunque acercarse a 1080p ciertamente no va a doler (excepto tal vez a su bolsillo). Para cine en casa, siempre querrás 1080p; y puedes considerar 4K.
- Considera otros factores que puedes necesitar, como la opción de mostrar una presentación directamente conectando un USB al proyector (smart proyector).
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